miércoles, 23 de marzo de 2011

Una guerra por despertar

Isa Dora

Hoy estaba leyendo las noticias en internet y lo que encontré al principio no fue muy raro a lo común en estos días. Sabemos que últimamente los encabezado se ocupan del conflicto que involucra principalmente a Libia, Francia y EEUU.

Esto es una situación preocupante, que obviamente afecta al mundo entero tanto social como económicamente; estamos hablando sin duda de la noticia del año. El "premio oculto detrás de la catafixia" entre tantas noticias de distracción que habíamos comentado en debates pasados.

Pero no, temo decepcionarlos, no voy a comenzar una discusión en torno a la Guerra en Libia, sino a la actitud humana que involucra el todo que nos afecta hoy en día.

Yo me pregunto ¿como es posible que, ante hechos como los que estamos viviendo actualmente, sigamos impasibles y desentendidos, con una conducta que solamente refleja nuestro egoísmo y nuestra falta de interés ante todo aquello ajeno a nosotros mismos?

Como decía al principio, leía las notas en internet y me sorprendió una situación en particular. Después de leer varias redacciones que hablan sobre crisis mundial, violencia, situaciones políticas, desastres, consumismo... encontré al fin una nota que hablaba de lo siguiente: "Consideran especialistas de UDEM que 'risoterapia' combate estrés".

Y ustedes se cuestionarán ¿que tiene esto de relevante? Pues mucho, a mi forma de ver las cosas. Esta fue la única nota agradable que encontré en medio de un desfile de redacciones preocupantes. Pero lo más asombroso es que la nota de la 'risoterapia' hablaba de que, el estrés, es una de las enfermedades que más afectan al ser humano a nivel mundial. Con esta explicación, la mente imaginativa de una servidora comienza a hilar una serie de conclusiones que mas o menos se resumen en esto:

Aquí hablamos de guerra porque es el tema de moda, porque es lo importante en este momento. Pero, en realidad, todos lo hacemos desde la comodidad de nuestros hogares donde afortunadamente, esta noche dormiremos plácidamente y en paz. Mañana, tal vez hablaremos de otro tema, como "El día mundial del agua" ó "El candidato que elegirán los partidos para las próximas elecciones". Y mientras tanto Libia seguirá en guerra.

Olvidaremos a causa de nuestra dormidez, pero sobre todo a causa de que no valoramos lo que tenemos actualmente. Y no lo valoramos porque se nos ha dado casi sin ningún esfuerzo.

Mucho podemos quejarnos de lo difícil que es la situación en nuestro país, pero, de verdad ¿quien de nosotros sería capaz de tener en frente a algún refugiado Libio, mirarlo a los ojos y decirle que la situación en México es agobiante a causa de la corrupción, el desempleo y la inseguridad?

Con esto no pretendo alentar al conformismo ni a una actitud de "hagámonos de la vista gorda, que aquí no pasa nada". Al contrario, creo que es ahora, cuando la situación mundial es cada vez más decadente que debemos tomar una actitud más seria (ojo, no amargada) y plantearnos ¿que queremos nosotros como ciudadanos de esta nación para nuestro futuro?

El ser humano es un ser violento por naturaleza, que en algún momento y en algún lugar buscará llevar a cabo su instinto guerrero. Saciar la sed de sangre de sus "Dioses Intergalácticos" al estilo Erick Von Danicken. La guerra ya es algo inevitable en un punto del planeta, seguro y desafortunadamente seremos testigos de hechos terribles.

¿No tendría que ser esto razón suficiente para sacudirnos un poco y mirar hacia afuera en vez de seguir tan atentos a lo que pasa sólo en nuestros "mundos chiquititos"? Hay tanto por hacer, tanto por leer, tanto por descubrir... ¿que estamos esperando? ¿A vivir aquí también tiempos de Guerra para añorar los que tenemos ahora y que no disfrutamos al máximo? ¿Por que hemos llegado a un punto en el que se habla de la risa como una terapia que debe aplicarse por lo menos dos veces a la semana? Y sobre todo ¿de que nos podemos estresar nosotros en comparación con las situaciones extremas que ya hemos mencionado?

¡Hay que reír todos los días! Nosotros podemos hacerlo y tenemos razones para hacerlo: reír con nuestros amigos, familiares, compañeros, del chiste que nos contaron, reír de la vida... reírnos de nosotros mismos.

Debemos preocuparnos de lo que pasa en el mundo, sí. Pero más debemos ocuparnos. ¿Como? Haciendo lo mejor posible para nuestras vida, para nuestras familias y para nuestro país. En estos momentos no podemos llevar la paz a esas naciones que hoy sufren, pero sí podemos honrar su causa trabajando y apreciando lo que ellos no tienen en sus manos en este momento.

¡Dando lo mejor de nosotros "aquí y ahora"!

Duncan

Isadora

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